Descripción
La realidad sangrienta que se vive en el Istmo de Tehuantepec se refleja en los cuadros que Ernesto produce en una especie de oscura belleza.
En sus pinturas no muestra cuerpos desmembrados, no muestra sangre, no pinta al decapitado; la violencia la muestra en los gestos de sus personajes y las fuertes pinceladas con las que traza sus obras.